Segunda Alevín, grupo 19 – Jornada 14 JUVENTUD MADRID “B” 3-1 CENTRO DEPORTIVO VALLECAS

EL ALEVIN B ES IRREDUCTIBLE

Victoria sin paliativos del “Alevín B”, y van seis consecutivas en liga, en el encuentro disputado hoy ante el Centro Deportivo Vallecas. Como en temporadas anteriores, los enfrentamientos ante el C.D.V. han sido siempre muy competidos, entre dos equipos bastante parejos, y éste no lo iba a ser menos.

Los diez primeros minutos fueron de claro color visitante. Desde el inicio, los centrocampistas azulones se hicieron con la posesión. Con todo el equipo muy bien asentado, el balón vivía permanentemente en campo local, y la alta presión del C.D.V. le permitía recuperar la pelota con facilidad en zonas de ataque. César Santos y Raúl Domingo, muy buenos técnicamente, llevaban la manija del juego, y el Jota apenas conseguía superar la línea divisoria, salvo con balones largos poco prometedores para los puntas. Así, las primeras ocasiones van cayendo del lado del C.D.V., como un centro lateral desde la derecha que deja pasar Andrés sin percatarse que el delantero visitante la había ganado la espalda, cuyo remate se pierde fuera, o una falta lateral, también en el frente derecho, despejada a saque de esquina por Sergio.

Pero he aquí los caprichos del fútbol. A la salida del córner, el Jota monta una contra de manual. El balón llega a Jaime, que pasa a Álvaro en largo, demasiado largo tal vez. El balón parece claro para el portero, pero la fe mueve montañas. Álvaro se lanza con hambre a presionar al portero, quien jugando con los pies fuera del área intenta golpear en largo, pero el esférico rebota en la cabeza del delantero local y supera por alto al guardameta, lo que no desaprovecha nuestro “nueve” para marcar a puerta vacía. Gol de pundonor y coraje. E inmediatamente después, nada más sacar de centro, Raúl Carrasco recupera la pelota en zona de tres cuartos, y tras una buena combinación entre Raúl, Álvaro y Jaime, es Ayoub quien, con un zapatazo bombeado desde la frontal, imposible para el guardameta, anota el segundo para los locales. El Jota, sin haber hecho méritos futbolísticos para ello, se encontraba en apenas diez minutos con dos goles de ventaja…. Si el fútbol es un deporte de momentos, éstos resultarían ya decisivos.

Los dos goles espolearon a los nuestros y sembraron las dudas en el C.D.V. El encuentro cambió drásticamente de rumbo, para ya no volver a variar jamás. El Jota presionaba cada vez más arriba. El tridente Erik-Álvaro-Jaime recuperaba balones en campo contrario una y otra vez, y literalmente abusaba de la debilidad de los centrales visitantes para plantarse en las inmediaciones de la portería. Nuestro equipo es un martillo pilón… pam, pam, pam… cada jugada se traduce en una ocasión, y sólo el guardameta azulón con sus incontables salidas evita lo que huele a goleada. Así ocurre, por ejemplo, en el 14, cuando Álvaro recupera el balón y asiste a Jaime, descomunal hoy, pero el portero se adelanta en la salida; o en el 16, donde Javi está a punto de anotar de cabeza a la salida de uno de los habituales saques de esquina botados por Sergio; o apenas 2 minutos después, cuando un centro de Álvaro acaba en las botas de Jaime, que remata alto; o en la jugada siguiente, donde nuevamente Jaime chuta raso y la defensa saca el balón bajo palos cuando en la grada ya se cantaba el tercero.

Estos son, sin duda, los mejores minutos de los nuestros. Jaime y Álvaro vuelven locos a sus rivales, y los defensas visitantes sólo persiguen sombras. En el 20, un centro muy cerrado de Jaime sin apenas ángulo, se estrella en el palo, y Álvaro, muy atento al rechace, remata raso atrapando el portero. Sin solución de continuidad, jugadón de Jaime cuyo tiro rechaza el guardameta, y otra vez Álvaro, luchando cada balón como si fuera el último, se lleva la pelota aunque no consigue definir.

El dominio local hasta el descanso sería total, y hasta el minuto 27 no sería necesario que Dani volviera a utilizar sus guantes para atrapar una pelota. El fin del primer tiempo llegaría tras dos nuevas acciones de ataque local, un remate lejano de Andrés tras recuperación al saque de meta del C.D.V., y la enésima asistencia de Jaime a Álvaro a la que se adelantó el meta otra vez con su salida.

Tras el descanso, los cambios en la zaga del C.D.V. eran obligados, y con ellos el equipo mejoró. El partido se niveló, y aunque a los puntos el Jota seguía siendo mejor, para un aficionado imparcial el encuentro se hizo más interesante. Los nuestros mantenían el mismo tono con el que acabaron el primer tiempo, recuperaban en medio cambio campo y salían con peligro. Así ocurrió en el 5, cuando Andrés roba en zona central y sale con el balón controlado, asiste a Álvaro que, tras un bonito reverso, cede a Jaime a su izquierda libre de marca, pero el remate final se pierde fuera. O en el 9, donde tras presionar bien la salida del C.D.V., primero Andrés y después Ayoub lo intentan desde lejos, teniendo que despejar el portero no sin dificultades. Y antes la había tenido también Sergio, en libre directo, detenido por el guardameta.

El C.D.V., por su parte, ya no se limitaba solo a defender. Guiados por un incisivo Álvaro Rueda, cuyas conducciones no podían ser contenidas por nuestra línea medular, los visitantes también disponían de opciones. Sin embargo su mejor oportunidad vendría en el minuto 13 a balón parado. Falta peligrosísima en la frontal, que bota directamente a puerta César Santos, y atrapa Dani en dos tiempos. Pero entonces llegó la sentencia local. En una buena jugada colectiva del Jota, el balón circula entre Jesús, Raúl Buccur y Erik Sáez, que asiste en largo a Jaime, quien regatea al portero en su salida y marca a placer. Minuto 15 del segundo tiempo, y partido finiquitado… Pero Álvaro Rueda no quiere darse por vencido y lo sigue intentando…¡bravo por él! En una de buena acción, recupera el balón en zona defensiva, cruza todo el campo y cede en banda izquierda a Unai Rincón, que centra al área a media altura desde línea de fondo. El centro no parece demasiado complicado para la defensa, pero tras un error de comunicación entre portero y centrales, el balón pasa entre ellos, cruza el área pequeña y es rematado a la red por Izan del Saz completamente solo en el segundo palo. El C.D.V. recortaba distancias a 10 minutos del final, pero ya no volvería a pisar el área local con peligro. Nuestros chicos, muy serios en defensa, no concederían más opciones. Y estarían cerca de aumentar su ventaja en varias jugadas, especialmente Moha, ya en tiempo de descuento, cuando arrancando en lo que parecía un fuera de juego claro, dribló al portero en su última salida, pero disparó fuera a puerta vacía.

En definitiva, una jornada más, y no hay quien le meta mano a este equipo. Contra más duro es el rival, mejor se desenvuelven nuestros chicos en el campo. Estos pequeños son irreductibles…. ¡que pase el siguiente!